"Todo mal, festival del COVID in the boat"
Desde el embarque, todo mal. Concretamente:
- Parece que nos permitieron acceder al muelle antes de que terminaran el anterior desembarque, éramos sólo 2 coches ya que era la madrugada del 31 de diciembre. El trabajador que controlaba la rampa hizo varios gestos de desaprobación que nos indicaba quedarnos donde estábamos, cosa que hicimos. Otro trabajador embistió con un trailer al coche que iba delante de mí, desplazándolo casi un metro y a punto de atropellar al primero. El conductor se bajó del coche y ni le preguntaron si estaba bien, le apresuraron a embarcar el coche y reclamar en el barco. Una vez en la bodega, preguntó a los operarios quién era el responsable y se rieron de él, cosa que se vio claramente ya que estaban sin mascarilla.
- Llegando al ascensor, otro trabajador con la mascarilla por debajo de la nariz pretendía que subiésemos de 5 en 5, a pesar de los carteles de Protocolo COVID que por todas partes indicaban "máximo 2 personas". Me negué y subí sola, pero con muy mala cara por parte del trabajador.
- Una vez en el barco encontré un lugar tranquilo donde sentarme a leer y descansar, pero llegaron unos pasajeros sin mascarilla y se pusieron a charlar cerca de mí. Así que me fui a buscar otro lugar, y por todo el barco me encontré gente sin mascarilla, o con ella colgada de la oreja. Cuando llegué a Recepción para pedirles que por favor se encargaran de hacer cumplir la normativa, me encontré con que el recepcionista tampoco llevaba la mascarilla. No dije nada, ante la idea de pelearme con todo el mundo, acabé pasando 6 horas en la cubierta, de madrugada, 31 de diciembre. Obviamente estaba todo mojado y frío. Cuando abrió el bar, fui a por un café y los camareros estaban sin mascarilla. Me llevé el café a la cubierta.
Llevo resfriada desde entonces. Pero es mejor que contagiarles el COVID a mis abuelos de 90 años, o a mi pareja con cáncer de pulmón.
No hay justificación posible a esta falta de respeto, simplemente, GNV, ¡NUNCA MÁS!
NO se lo recomendaría a un amigo, pero a un ENEMIGO TAMPOCO.
Comentado el por Ana María, quien viajó con Grandi Navi Veloci en el Majestic
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